1. La presencia digital y cómo gestionarla
Hoy en día, tener presencia digital es casi inevitable. Incluso si no tenemos una estrategia activa, es probable que existan huellas de nuestra actividad en línea debido a búsquedas casuales o interacciones pasivas, como comentarios en redes sociales, menciones en blogs o perfiles en plataformas como LinkedIn o ResearchGate. Sin embargo, esta presencia no tiene que ser algo casual o que ocurra por azar; se puede gestionar activamente para dirigirla y mejorarla con un esfuerzo mínimo.
Una de las formas más simples y efectivas de gestionar esta presencia es optimizar los perfiles públicos en redes sociales, foros académicos y otras plataformas donde podamos compartir nuestro trabajo. Tener un perfil completo y actualizado, con enlaces a trabajos previos, artículos de interés, proyectos y, sobre todo, con palabras clave relacionadas con nuestra actividad científica, puede mejorar nuestra visibilidad. Esto también incluye gestionar los resultados de búsqueda que pueden llevar a los usuarios a encontrar información sobre nosotros, como nuestros trabajos de investigación, colaboraciones, ponencias o artículos en medios especializados.
2. El ecosistema personal digital (PLE)
El concepto de "Personal Learning Environment" (PLE) se refiere a la gestión activa de herramientas digitales para la organización de la información y el aprendizaje continuo. En el contexto de una actividad científica, esto implica construir un ecosistema digital que nos permita recibir, recomendar, almacenar, producir y promocionar información relevante de manera eficiente.
Las fases del ecosistema personal digital (PLE) en el ámbito científico:
1. Recibir la información: Hay múltiples herramientas y plataformas para estar al tanto de las últimas investigaciones, avances y noticias de tu campo. Herramientas como RSS feeds, suscripciones a newsletters, o agregadores de contenido como Feedly pueden centralizar información de fuentes relevantes.
2. Recomendar la información: Cuando encuentras contenido valioso, compartirlo en plataformas como Twitter, LinkedIn o incluso tu blog personal, no solo te posiciona como un profesional activo, sino que también puede ayudar a otros a encontrar información relevante. Aplicaciones como Pocket o Evernote te permiten guardar y compartir artículos fácilmente.
3. Almacenar la información: Utilizar herramientas de almacenamiento en la nube (como Google Drive, Dropbox o OneDrive) o plataformas de gestión de referencias como Zotero o Mendeley es esencial para organizar y acceder a los documentos, investigaciones y fuentes que usas en tu actividad científica.
4. Producir la información: La creación de contenido propio puede ser a través de publicaciones académicas, pero también incluye actividades de divulgación científica, como blogs, videos o incluso podcasting.
5. Promocionar la información: Para maximizar el impacto de la información que creas, es importante promoverla en las plataformas adecuadas. La estrategia de promoción puede incluir publicar en redes sociales, participar en grupos de discusión especializados, colaborar en conferencias o webinars, y publicar en revistas de acceso abierto.
En resumen, al pensar en presencia digital y en la gestión del ecosistema personal digital, se trata de construir un sistema organizado y automatizado que permita recibir, producir y promocionar información con el mínimo esfuerzo posible. Con la implementación de herramientas sencillas, la correcta integración de plataformas y una estrategia activa pero accesible, es posible maximizar el impacto de tu actividad científica y mejorar tu visibilidad sin complicaciones.